La interacción entre los humanos y los osos polares tienen una larga existencia. En ocasiones han sido relaciones buenas y otras parecen amenazar el bienestar del otro. Los primeros escritos y relatos orales transmitidos de generación en generación indican que muchas culturas fueron muy respetuosas con los osos polares. Entendían que estas criaturas grandes eran dominantes en su mundo. También creían que las almas humanas podrían tomar la forma de los osos polares. Muchos de sus rituales involucraban honor para los osos polares.
Por otro lado se tienen culturas que encontraron en los osos polares una gran fuente de alimento. Ellos también estaban muy agradecidos por el oso polar, y sólo utilizaban lo que necesitaban para sobrevivir. No había muchos de ellos consumiendo osos polares por su orden natural de las cosas para ser recompensados.
No fue hasta mucho más tarde que los osos polares y los seres humanos comenzaron a tener grandes conflictos. Como los seres humanos comenzaron a moverse en el territorio de estos animales, las peleas iniciaron. Los seres humanos siempre han sentido que pueden hacerse cargo de cualquier área sin importar el hábitat natural que destruyen en el proceso. El oso polar estaba dispuesto a quedarse y luchar por su propia supervivencia. Incluso cuando se trasladaban a otros lugares, a menudo se encontraron con los humanos también en dichas regiones.
La caza comercial de los osos polares casi los llevó a la extinción. La idea falsa era que habían osos poderosos con un gusto por la sangre humana. Por lo tanto, debían ser perseguidos y destruidos para que no mataran a los seres humanos. Con herramientas avanzadas y las técnicas de caza, estos esfuerzos tuvieron éxito en matar un gran número de ellos. Muchos aficionados ávidos de caza participaron en estas expediciones por el simple reto de matar a un animal tan grande.
Los osos polares hoy han encontrado su camino hacia la lista de animales en peligro. Sin embargo, la mayoría de los seres humanos no prestan atención a que están allí. A algunos les gustaría ver estos esfuerzos de conservación dedicados a otros animales. No les gusta el hecho de proteger a un depredador. Sin embargo, tenemos que entender que el oso polar se mantiene en la cima de la cadena alimentaria. En caso de que sean destruidos, toda la pirámide de equilibrio se vendrá abajo.
Los seres humanos han afectado la vida de los osos polares sin darse cuenta a través de la contaminación y el calentamiento global. Como resultado de esto su hábitat natural sigue siendo destruido. Por ejemplo las heladas aguas del Ártico continúan derritiéndose. Las aguas están llenas de toxinas y químicos que pueden destruir las especies de las que depende su alimentación.
Contrariamente a la creencia popular, los osos polares no están ahí fuera para cazar a los humanos. De hecho, es más probable que den la vuelta y corran antes de atacar. Se conoce que han atacado a los humanos cuando se sienten amenazados o cuando están muy hambrientos. Debido a la naturaleza instintiva de ellos, la mayoría de las personas atacadas por uno no han sobrevivido.
Se cree que los seres humanos y los osos polares pueden encontrar una manera de vivir una existencia feliz uno con el otro. Para que esto suceda, la educación debe hacerse para grupos de todas las edades. Al mismo tiempo, los esfuerzos deben hacerse para proteger el entorno natural de estos animales. Es importante tener en cuenta su situación en el mundo es tan importante como la nuestra.
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