Puesto que los osos polares se encuentran en la parte superior de la cadena alimenticia, no tienen muchos depredadores naturales en absoluto. Irónicamente, al único que tiene que temer en su ambiente natural es a su propia especie. Aunque los osos polares no son territoriales a la hora de buscar un lugar para permanecer, son muy agresivos cuando se trata de apareamiento. Ellos van a desafiarse unos a otros para determinar quién conseguirá una compañera.
La mayoría de las veces las lesiones o incluso la muerte que se producen entre los machos son el resultado de estas batallas por el derecho a aparearse. A pesar de que uno de ellos saldrá victorioso, ambos pueden tener lesiones que no van a ser capaces de superar con facilidad. No es raro que este tipo de batallas que pueden durar semanas, deje a los osos polares agotados completamente.
Sin embargo, el apareamiento es una perspectiva muy instintiva que ellos no van a pasar por alto a menos que sean forzados a hacerlo. Ellos luchan duro para ganarse ese derecho, y esto puede resultar en una piel rota que se infecta. Algunos tipos de lesiones se pueden prevenir si un oso polar caza con eficacia. Si bien pueden vivir de las reservas de grasa durante varios meses, si la lesión no se cura correctamente, puede llegar a morir de hambre. Cuando las heridas son profundas es posible que un oso polar sangre hasta la muerte.
Los dientes son muy afilados en los osos polares, y los utilizan también como armas en estas batallas. Como resultado, algunos dientes pueden ser dañados o eliminados. Después de muchas batallas puede llegar a ser extremadamente difícil para los osos polares seguir comiendo su dieta, ya que son carnívoros. Esto también puede ocasionar que finalmente mueran de hambre.
A veces las hembras son las víctimas de las batallas también. Alguna puede no desear aparearse con un macho en particular y por esto será muy agresivo con ella. Esto es común si ya se ha apareado con otro macho, y ahora alguien quiere hacer lo mismo con ella. Esto ocurre todo el tiempo, por lo que un par de cachorros pueden tener diferentes padres. La hembra puede terminar con muchas marcas de mordeduras, como resultado de los avances del macho y su negativa hacia él. Las osas polares también pueden ser víctimas de los machos cuando están tratando de defender a sus cachorros.
Los humanos son los otros depredadores de los osos polares, uno que a menudo no coincide con ellos. Aunque se conoce que algunos de estos animales han atacado a los humanos, el número de ellos que han sido cazados por deporte o para comer es mayor. A pesar de ser ilegal cazar osos polares, todavía tienen lugar tales aventuras en muchas áreas.
Los daños que hacen los humanos al medio ambiente tienen un impacto negativo sobre los osos polares. Por ejemplo, cuando se contaminan las aguas o destruyen su hábitat natural. Cuando se crean condiciones adversas de vida para los osos polares, ellos se sentirán estresados y no tomarán parte en la reproducción. La caza y la matanza de focas afecta también el suministro de alimentos naturales de los osos polares.
El calentamiento global es una gran preocupación para el futuro de los osos polares. Mientras los seres humanos continúen liberando las sustancias nocivas en el medio ambiente, el riesgo crecerá. A pesar de algunos esfuerzos de conservación que hay, se tiene que hacer mucho más para protegerlos. Por lo tanto, es irónico que los osos polares sólo tengan que preocuparse por los seres humanos y de su propia especie. Sin embargo, están actualmente en la lista de animales en peligro debido a la combinación de ambos efectos.